Aunque la realidad virtual lleva con nosotros ya tres décadas, hasta ahora no se habían dado las condiciones idóneas para que pudiéramos disfrutar de ella con los requisitos de calidad técnica y comodidad adecuados. Y lo cierto es que podemos encontrar gafas de realidad virtual a precios muy asequibles. Las más baratas, por ejemplo, son las Google Cardboard, que solamente cuestan 10 euros. Pero también podemos encontrar otros modelos más sofisticados como las Samsung Gear VR o las Lakento MRV. Una tecnología totalmente nueva que todo apunta a que terminará por revolucionar el mundo del entretenimiento.
Ejemplo realidad virtual en el sector inmobiliario
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Por el momento, la mayor parte de las aplicaciones que tienen están dirigidas a juegos, pero todo apunta a que en unos años, los juegos solamente representarán la mitad de su uso. Pudiendo ser usadas, por ejemplo, para hacer turismo vistual, formar parte de redes sociales virtuales, ver películas y participar en actividades educativas.
Cómo funcionan las gafas de realidad virtual y requerimientos que necesito
Pero, como ocurre con todo aquello que es nuevo, siempre nos surgen ciertas dudas: ¿Cómo funcionan las gafas de realidad virtual? ¿Qué ordenador necesito? ¿Qué diferencias existen entre las que se usan con el móvil y las demás? ¿Pueden dañar los ojos? ¿Qué modelo ofrece más programas?
Empecemos por el principio. La realidad virtual es un entorno de escenas creadas por un dispositivo informático que permite al usuario sumergirse en él usando unas gafas o cascos de realidad virtual. Sus lentes amplían el ángulo de visión y generan una imagen en 3D para crear la sensación de que se encuentra dentro de la escena, lo que lo hace muy realista. Pero además, su tecnología consigue que nuestro cerebro crea que realmente está allí, por lo que reacciona como si todo fuera real.
Para disfrutar de la realidad virtual solamente se necesitan dos dispositivos fundamentales, las gafas que envuelven los ojos y el dispositivo informático que crea el entorno virtual, ya sea un ordenador, un móvil o una consola. Las gafas de realidad virtual cuentan con una pantalla y unas lentes. La pantalla puede estar incorporada de serie en las gafas o utilizar el móvil para ello. El dispositivo informático genera dos imágenes distintas, una para cada ojo, consiguiendo de esta forma el efecto de realismo que vemos en las películas 3D.
Además, las gafas de realidad virtual disponen de sensores de movimiento, de manera que el entorno creado responde en base al movimiento de la cabeza del usuario, dando la sensación de que podemos observar libremente nuestro entorno en 360º. Eso sí, si son para móvil, es importante que te asegures de que tu teléfono es compatible con las aplicaciones de realidad virtual y de que cuenta con giroscopio. Este elemento permite que el smartphone determine la posición y la orientación, lo cual es indispensable para que la aplicación funcione correctamente.
Características y accesorios
Por otro lado, debes saber que hay gafas de realidad virtual que cuentan también con otros periféricos extra como gamepads, sonido 3D o cámaras y sensores de posicionamiento para aumentar la sensación de realismo. La más destacada es la del sonido, ya que los auriculares permiten añadir un entorno sonoro tridimensional envolvente gracias a la holofonía. Una variación de grabación binaural que permite el registro completo de un entorno sonoro complejo compuesto por varias fuentes de sonido ubicadas en distintos puntos del espacio que emiten sonidos de forma simultánea. Un sistema que ya utilizaron los legendarios Pink Floyd en sus disco The Final Cut.
Así pues, si estás pensando en comprar una gafas de realidad virtual para empezar a disfrutar de una experiencia inmersiva en 3D sin salir de casa, es muy importante que tengas en cuenta todos estos elementos, de manera que puedas elegir las de mejor calidad que se encuentren dentro de tu presupuesto.