Los vídeos musicales son una herramienta de marketing empleada para favorecer la promoción y venta de una canción determinada permitiendo, además construir o reforzar la imagen de un artista o grupo.
Desde que la MTV comenzara su emisión en 1981 con el videoclip de los Buggles, Video Killer The Radio Star, el vídeo musical se ha convertido en una institución, alzándose como la más radical y rentable innovación de la historia de la televisión. Ha ido evolucionando hasta convertirse en un género artístico con calidad cinematográfica, que interconecta elementos del vídeo experimental, el videoarte y la animación.
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Esta industria de vídeos musicales ha alcanzado una importancia tal que, además de ser una de las categorías de los premios Grammy y de poseer unos galardones exclusivamente dedicados a ella, los MTV Movie Awards, ha posicionado en las más altas esferas a directores como Michel Gondry, Chris Cunningham o Saam Farahmand, por su trabajo en el vídeo musical.
Vídeos musicales, un poco de historia
A lo largo de la historia las inversiones han ido incrementándose en la producción de estas piezas artísticas y musicales. Desde que los Beatles en 1966 grabasen un vídeo para acompañar sus canciones “Paperback writer” y “Rain” y así enviarlos a los programas a los que no podían asistir, la industria musical no ha parado en su empeño por innovar. Así, la célebre Bohemian Rapsodia de Queen, convertida en videoclip por el director Bruce Gower, obtuvo excelentes resultados ya que elevó las ventas del disco de forma muy significativa.
El vídeo que transformó definitivamente el medio fue Thriller, de Michael Jackson. Se concibió como una forma de arte dotada de historia, baile, efectos especiales y cameos de personalidades famosas. Fue el videoclip más costoso hasta esa época, elevando el costo de los 30,000 y 50,000 dólares a 500,000 dólares. La MTV, en un principio reticente a su emisión, tras su estreno tuvo que transmitirlo dos veces por hora para satisfacer la demanda. El álbum es el más vendido de todos los tiempos.
Hoy en día, los vídeos musicales mueven millones de dólares. Así, Michael Jackson junto a su hermana Janet invirtió unos 7 millones de dólares en el vídeo Scream. Madonna se alza con el segundo puesto en la inversión, gastando alrededor de 6 millones en “Die another day” y unos 5 en “Bed Time Story”.
Internet es una pieza clave para el desarrollo y repercusión de este género. Cualquier usuario puede convertirse en productor de piezas. Así, artistas como Justin Bieber o PSY con su canción Gangnam Style, han experimentado la repercusión mundial tras incluir sus vídeos en youtube, alcanzando un número de visitas de hasta 1.396.060.203 reproducciones.
Para que el producto final sea de calidad, es necesario contar con una empresa dedicada a la creación de este tipo de piezas, como la nuestra, dedicada a la innovación y satisfacción, tanto de nuestros clientes como de los suyos. No puedes dejar pasar la oportunidad de que te ayudemos a crear un vídeo musical donde la innovación y la creatividad serán los puntos fuerte.
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Redactora: Bárbara Martín