Los vídeos para eventos sociales son una opción muy popular entre todos aquellos que quieren grabar vídeos de reuniones sociales, como bodas, cumpleaños, bautizos, fiestas privadas o celebraciones de cualquier tipo. Pero también para aquellos que quieran hacer un vídeo conmemorativo, una invitación o editar uno que ya tenían para hacerlo más llamativo.
Se trata de recopilar distintos momentos durante una celebración con los detalles más importantes y más relevantes a nivel emocional para crear vídeos en los que se logre captar la esencia del evento en pocos minutos, haciendo que cada segundo del vídeo sea muy emocionante y que los protagonistas de la celebración puedan contar con un bonito recuerdo del mismo. Los vídeos para eventos sociales ayudan, por tanto, a captar la magia y la energía del momento.
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Pero no solamente son atractivos para eventos personales, sino que también pueden ser usados como una potente herramienta de marketing para el lanzamiento de un nuevo producto o puesta en marcha de un nuevo proyecto, permitiendo capturar y compartir el momento. Muy valiosos para documentar las acciones y para compartirlos con la empresa y con los propios clientes. Cada momento se capta de una manera única para contar una historia a través del vídeo, de manera que la audiencia conecte con lo que está viendo y que también lo haga con la marca a través de las emociones que le provocan las imágenes que va viendo y los sonidos que va escuchando. Para que incluso aquellos que no hayan asistido al evento tengan la sensación de que estuvieron en él y que conecten con lo que pasó.
1. Edita el material
A nadie le gusta ver cuatro horas de grabación, ya sea porque no conocen a todos los que salen en el vídeo o porque no vivieron el momento con la misma intensidad. Por esta razón, es muy importante que se haga una buena labor de edición con el material correctamente seleccionado para ofrecer al público un resumen solamente de los mejores momentos.
2. Edita con ritmo
El trabajo de edición no consiste solamente en hacer labores de corta y pega, sino que el vídeo debe tener ritmo y que las secciones queden perfectamente diferenciadas en función de la intensidad emotiva. Los cortes bruscos nunca son buena idea. Además, es recomendable seguir la cronología natural de los acontecimientos tal como ocurrieron.
3. Dale un toque de originalidad a cada sección
Es aconsejable que las diferentes secciones cuenten con una breve introducción, conclusión o, incluso, ambas. Por eso, ya cuando se esté grabando hay que tener en mente cuál será la línea narrativa que vamos a llevar. Creando transiciones entre una sección y otra que queden bonitas y no cambien bruscamente a la siguiente escena.
4. No tengas miedo a los acercamientos
No hay nada que emocione más a los espectadores que ver las reacciones de las personas en aquellos momentos más sentimentales. Eso sí, las cámaras siempre se mantendrán alejadas para no romper la naturalidad del momento. La cuestión es que todos sepan cómo lo pasaron los protagonistas y los asistentes del evento. Por eso, siempre se deben buscar los rostros emocionados, los ojos cautivantes, las sonrisas contagiosas, los movimientos de las manos y cualquier otro detalle que haga que la narración sea dinámica.
5. Usa un tripié
Usa el tripié para los acercamientos y movimientos que se realicen con la cámara, ya que de esta forma se mantendrá la estabilidad de la toma y no distraerá la atención del espectador. Además la escena quedará más bonita y más profesional. Actualmente pueden encontrarse soportes muy ligeros y compactos que pueden desplegarse y volverse a plegar en segundos para no perder tanto tiempo.