Los vídeos corporativos son una fantástica herramienta de marketing. Sin lugar a dudas, una de las maneras más efectivas de enseñar el potencial, los valores y lo que ofrece nuestra compañía. Y es que esta modalidad de contenido es cada vez más consumido por los clientes. Por esta razón, no es raro que cada día más negocios creen este tipo de piezas publicitarias para atraer nuevos prospectos. De hecho, casi dos tercios de las tiendas de mayor relevancia dentro del comercio electrónico usan elementos audiovisuales en sus plataformas.
Incluso pueden ser aprovechados como material de formación para trabajadores que acaben de ser contratados para explicarles los objetivos y la percepción de la compañía. Y es que si las personas entienden cuál es la filosofía global de la empresa, pueden identificarse y conectarse mejor con ella, siendo más fácil que terminen comprando sus productos o servicios.
¿Por qué hacer un vídeo corporativo? ¿Sabías que los vídeos corporativos aumentan la conversión de las empresas en un 25% de media? Y es que este tipo de piezas audiovisuales son una herramienta muy potente para promocionar una empresa, mucho más que una simple imagen o un slogan plano o vacío. De hecho, más del 70% de los internautas prefieren ver vídeos de sus marcas preferidas que cualquier otro tipo de contenido.
¿Cómo hacer un vídeo corporativo? La altísima competencia que actualmente hay en el mundo empresarial hace que las empresas busquen constantemente nuevas formas de destacar y de conectar con su audiencia.
Que el vídeo online ha experimentado un impresionante crecimiento en los últimos años no es un secreto para nadie. Sin embargo, los formatos que podemos ver no se limitan solamente al vídeo lineal y con desarrollo cerrado, sino que cada vez más empresas están apostando por la creación de vídeos interactivos. Contenidos multimedia que capaces de leer, interpretar y dar respuesta a las acciones del espectador-usuario. En definitiva, un vídeo que hace al espectador partícipe del proceso de consumo del contenido audiovisual. En él, todos los elementos toman vida y entra en juego la voluntad del espectador, ofreciendo opciones fuera del alcance de los vídeos tradicionales.
La posibilidad de conectar mejor con la audiencia y su capacidad para generar confianza ha hecho que, en los últimos años, los vídeos se hayan convertido en uno de los contenidos más populares dentro de las estrategias de las marcas. Una de las formas más eficaces para convencer y conseguir que las personas se involucren con ellas, llegando a aumentar significativamente la tasa de conversión.
