Crear vídeos para proyectarlos en pantallas gigantes con fines publicitarios no es una tarea tan sencilla como hacerlo en otros soportes con formatos más habituales. El lenguaje usado, las especificaciones técnicas, los elementos gráficos… todo es distinto, por lo que haya que prestar mucha atención a cada uno de los factores que influyen en los mensajes que queremos transmitir. En gran medida porque en los vídeos en directo no se pueden hacer cambios ni correcciones.
Las gigantescas pantallas publicitarias se han convertido en algo habitual en ciudades de todo el mundo, dejando poco a poco de ser un elemento extraño a convertirse en casi una herramienta imprescindible para que las marcas puedan transmitir sus mensajes de manera rápida y eficaz. De hecho, hoy en día son el canal de comunicación exterior más efectivo que existe. Y no sólo pueden ser usadas por grandes marcas, sino también por pequeñas empresas con menos recursos, tanto en el interior del punto de venta como en los escaparates o en eventos y ferias, ya que su coste no es tan elevado como pueda parecer en un primer momento.
Los eventos como festivales, conciertos o congresos congregan a multitud de personas. Independientemente de cuál sea la naturaleza del evento, las personas que acuden a ellos esperan llevarse una gran experiencia. Los vídeos en directo para pantallas gigantes son una opción ideal para que todos los asistentes puedan seguir de manera clara el evento, tanto en imagen como en sonido, la actividad principal que se está desarrollando.
Las pantallas permiten que aquellas personas que se encuentran lejos del escenario puedan seguir al detalle lo que está sucediendo y disfrutar por igual. Pero además, ofrecen a los patrocinadores la posibilidad de emitir vídeos con mensajes, publicidad y efectos, enriqueciendo así la actividad que se está llevando a cabo.
Ejemplo de vídeo en directo para pantallas gigantes
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Resolución
El tamaño especial de este tipo de pantallas hace que sea necesario que los pixelados que se vayan a elegir sean de calidad. No se tiene tanto en cuenta los parámetros como la definición de la imagen. Se trata de composiciones más sencillas a nivel de resolución y, evidentemente, no se pueden comparar con las pantallas dedicadas al gran consumo particular. Con lo cual, a la hora de crear vídeos en directo para pantallas gigantes, la alta definición es una prioridad.
Diseño
Pero el tamaño de la pantalla marca también el tamaño de los elementos que se muestran. No tiene ningún sentido incluir logos o letras pequeñas en pantallas de 25 metros cuadrados, ya que los espectadores estarán bastante lejos para ver estos elementos.
Es fundamental mantener la proporción entre el tamaño del medio físico y los recursos a reproducir en él de modo que el mensaje llegue bien a los potenciales espectadores. Para facilitar la captación del mensaje y debido al poco tiempo de exposición del mismo, tanto el tamaño como el tipo de letra deben ser sencillos y ajustarse al tamaño de la pantalla.
Animaciones
Debido al poco tiempo de exposición con el que contamos para las animaciones, estas deben ser impactantes, sencillas y fáciles de captar en poco tiempo. Además, los colores deben ser preferiblemente primarios y secundarios, evitando saturar el vídeo con muchos matices o degradaciones. Recuerda que el objetivo es lograr un impacto directo en los espectadores y para ello la sencillez es nuestra mejor aliada.
Ubicación
Es fundamental que analicemos con detalle el punto de vista del espectador antes de colocar la pantalla en un lugar o en otro. Algo que dependerá mucho de la cantidad de tiempo que el observador vaya a tener para captar el mensaje. Y es que no es lo mismo crear un vídeo para una pantalla en un semáforo que para una pantalla en un edificio lejos de cualquier encrucijada.