Qué es un vídeo didáctico: con el boom experimentado por la tecnología en los últimos años, ya no es necesario ser un experto ni contar con un estudio de grabación para crear nuestros propios vídeos didácticos Con nuestro móvil es más que suficiente. Así pues, son muchos los profesionales de la docencia los que están aprovechando para incluir los vídeos como recurso de aprendizaje, independiente de la modalidad educativa que desarrollen.
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¿Qué es un vídeo didáctico?
El vídeo es uno de los medios más didácticos que, bien usado, puede resultar de gran utilidad para transmitir el conocimiento y que los alumnos entiendan todos los conceptos sin problema. De hecho, prácticamente cualquier vídeo puede usarse en el aula. Lo que lo diferencia del resto es que sea realizado con un objetivo pedagógico.
Con lo cual, podríamos decir que un vídeo didáctico es un conjunto de recursos audiovisuales grabados que se ajustan a una finalidad previamente fijada. Sin embargo, se trata de una definición muy amplia, ya que casi cualquier vídeo puede incluirse dentro de esta categoría. Por eso, es necesario que expliquemos cuáles son los distintos tipos que existen.
Tipos de vídeos didácticos
Como decíamos, el vídeo didáctico puede clasificarse en función de su objetivo. En este sentido, algunos de los más destacados son los siguientes:
- Instructivos: su finalidad es conseguir que los alumnos dominen un contenido en concreto.
- Motivadores: su objetivo es posicionar a los alumnos desde una perspectiva más positiva hacia el desempeño de una labor específica.
- Cognoscitivos: lo que buscan es dar a conocer distintos aspectos que tienen que ver con el tema que se está estudiando.
- Lúdicos o expresivos: es uno de los formatos preferidos por los estudiantes como medio de expresión, mediante el conocimiento y las habilidades de la herramienta.
- Modelizadores: muestran modelos a seguir o a imitar.
La importancia del vídeo didáctico
En la actualidad, el vídeo didáctico se ha convertido en un recurso muy valioso, ya que, además de poder crearlos fácilmente gracias a la tecnología con la que contamos, el hecho de ver, leer, escuchar o incluso interactuar como parte de un diseño de docencia bien planificado, lo que puede cambiar el estilo o la manera de aprender del alumnado.
Hay que mencionar que recordamos un 10% de lo que leemos, un 20% de lo que escuchamos, un 75% de los que vemos y un 90% de lo que hacemos. Esto significa que introducir vídeos didácticos en el aula puede ser muy eficaz para cambiar sustancialmente el contexto donde se produce el aprendizaje. Siendo muy útil para favorecer la comunicación, al proporcionar detalles lo más reales posible, convirtiéndose en un agente motivador del aprendizaje.
Aunque algunos consideran que el empleo de imágenes y la corta duración de los vídeos hace que nos veamos obligados a comprimir demasiado la información, lo cierto es que la capacidad de retención de los alumnos suele ser mayor, ya que consiguen llamar la atención con más facilidad gracias a la combinación de estímulos, influyendo en la retención de los contenidos.
Ventajas de los vídeos didácticos
- Mayor permanencia de los contenidos, permitiendo el intercambio y la conservación.
- Podemos reproducir los vídeos las veces que queramos, ya que el contenido está grabado.
- Pueden volverse a utilizar en otras sesiones.
- Se pueden acompañar, corregir u optimizar a través de las labores de edición.
Qué es un vídeo didáctico: cómo planificar una estrategia de aprendizaje con vídeos didácticos
Antes de usar el vídeo didáctico en el aula, es importante planificar muy bien su uso, ya que no debe ser enfocado como una tendencia, sino como un medio para mejorar el proceso de aprendizaje. Con lo cual, es fundamental que valoremos la manera, el lugar y los motivos para usarlo.
Si el contenido que se muestra en el vídeo no se ajusta a los objetivos establecidos, es mejor no usarlo o, al menos, es recomendable editarlo para adaptarlo a ellos. Si cumple con nuestros propósitos, entonces lo que debemos decidir es la manera de presentarlo y cuándo vamos a emplearlo, valorando si es adecuado para complementar los contenidos.
Hay que decir que el uso de los vídeos didácticos tiene que hacerse con moderación, incluso cuando se trata de clases en remoto, ya que corremos el riesgo de saturar al alumno con demasiados impactos visuales, llegando a influir de manera negativa en el aprendizaje.
Con lo cual, es recomendable realizar una planificación detallada sobre el tiempo que vamos a dedicar al uso y a la visualización del vídeo, intentando que el tiempo no exceda del 60% del total de la clase.
Además, el docente tiene que tener muy claro qué es lo que se va a hacer antes, durante y después de la visualización del vídeo en las distintas sesiones, ya sean presenciales u online. Si entre las condiciones en las que debe desarrollarse la visualización del contenido se especifica que se va a realizar alguna pausa para añadir comentarios o resolver dudas, tiene que contemplarse dentro de la planificación y saber exactamente en qué parte y en qué momento.