La producción audiovisual es el arte de crear un producto para medios de comunicación audiovisuales como la televisión o el cine y abarca desde los aspectos económicos hasta qué tareas deben hacerse a diario, pasando por los recursos técnicos y logísticos. Debido a su complejidad, siempre es conveniente contar con un plan de trabajo que debe diseñarse en base a l tipo de proyecto que queremos llevar a cabo, al duración del mismo, los recursos de los que disponemos y el público al que va dirigido.
Cualquier producción audiovisual requiere de una planificación estratégica, control de los recursos, dinamización del equipo de trabajo y negociación de tareas. El objetivo es definir qué es lo que se va a grabar, quiénes participarán en ella y cuándo, dónde y cómo tendrá lugar. Peor este proceso también conlleva creatividad a la hora de encontrar soluciones a las incidencias que puedan ir surgiendo, lo que suele ser bastante habitual. Cada proyecto es un reto y ninguno es igual a otro, lo que obliga a innovar y a buscar soluciones.
Ejemplo de vídeo en un plan de trabajo
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A continuación te explicamos cuáles son las fases de un plan de trabajo para una producción audiovisual.
Plan de trabajo para una producción audiovisual: fases
1. Pre-producción
Se trata de la fase más importante, ya que es la que sienta las bases de lo que se hará en cada momento. Es el momento en el que se definen los presupuestos, el equipo, los medios, las localizaciones y los espacios. La planificación compleja, ya que debe ser exhaustiva y realista para que todo salga bien.
Lo primero que tenemos que tenemos que tener es la idea de lo que queremos contar, que será el motor de la historia que queremos compartir con los demás. Empezaremos a trabajar para decidir cómo la plasmaremos en el vídeo. Las posibilidades que se abren en la producción de un vídeo son muchas y muy variadas, siendo las más habituales las producciones de ficción, las documentales y las de videocreación.
Además, durante esta fase se supervisa y corrige el guión técnico, se eligen las localizaciones en las que se llevará a cabo la grabación, se contratan los equipos técnicos, artísticos, de vestuario, de maquillaje, de edición, etc. La fase de preproducción finaliza con la confección del plan de trabajo en el que se programarán todas las actividades diarias que deben llevarse a cabo para ajustarse a las previsiones del equipo de producción.
2. Producción
Es el momento en el que todas las decisiones que se han ido tomando en la fase de pre-producción se materializan. Si no hemos llevado a cabo una buena planificación previa, lo único que conseguiremos es perder tiempo y dinero, pues todo será un caos. En esta fase trabajan todos los equipos de manera coordinada: iluminación, sonido, vestuario, audio, escenografía, etc. El trabajo que se va realizando queda recogido en la orden de trabajo diaria, que se materializa en datos reales en la parte de producción.
3. Post-producción
El director y los realizadores llevan a cabo la selección y la edición de los mejores materiales grabados. El editor será el que se ocupe de realizar el montaje y de garantizar que todo esté disponible para lograr el mejor resultado. Incluye desde los derechos visuales si son necesarios a la coordinación de las horas de montaje. Para ello debe asegurarse de que se respetan los plazos de postproducción de la imagen y controlar el alquiler de las salas de edición y sonorización, así como supervisar el trabajo de grafismo electrónico y doblaje.